Los artículos que aparecen en esta página son los publicados en medios de comunicación y revistas especializadas desde la apertura de esta web en el 2013.
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Cumbre del clima: lo que se espera y lo que se necesitaría
Publicado en El Salto el 12 de noviembre de 2024
La COP29 que está realizándose en Bakú, Azerbaiyán, aborda, un año más, los temas habituales relacionados con el cambio climático. El primero, cómo mitigarlo, es decir, cómo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que lo provocan, y el segundo, cómo adaptarse a sus efectos, a sabiendas de que, aun cuando las políticas de mitigación sean exitosas, el cambio climático producirá impactos cada vez más graves y hay que adaptarse a ellos. En medio de estos dos grandes temas está un tercero, la financiación, algo imprescindible especialmente para las políticas de adaptación de los países del sur global, los más empobrecidos y que más sufren los impactos climáticos. La financiación es el tema principal de esta cumbre y tiene varios frentes que luego explicaré, pero en este artículo comenzaré por lo primero que he señalado: la mitigación.
Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero es el objetivo último que da razón de ser a los tratados por el clima y a las cumbres climáticas; es lo que puede evitar la devastación hacia la que nos dirigimos si el calentamiento global sigue el curso actual. El informe del 2024 sobre el estado del clima que publicó el pasado mes de octubre la revista científica BioScience decía que “estamos al borde de un desastre climático irreversible. Se trata de una emergencia global sin lugar a dudas. Gran parte del tejido mismo de la vida en la Tierra está en peligro. Estamos entrando en una nueva fase crítica e impredecible de la crisis climática”.
Lo que ha sucedido en el 2023 y en lo que llevamos de 2024 deja…
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¿Por qué las políticas climáticas no funcionan?
Publicado en El Salto el 30 de julio de 2024.
Que no funcionan es algo que se evidencia por la evolución que tienen las emisiones de gases de efecto invernadero. Recordemos que en torno al 2020 buena parte de los gobiernos de los principales países emisores adquirieron compromisos que, más o menos, implicaban reducir en el 2030 a la mitad las emisiones que se daban al inicio de esta década. El informe que presentó el PNUMA (Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente) en la última cumbre del clima mostraba que en el 2022 se había batido una vez más el récord histórico de emisiones. Y ya en el 2024, La NOAA (agencia estadounidense para la atmósfera y el océano) ha informado de que las emisiones siguieron creciendo en el 2023 y que a lo largo de ese año no aparecieron señales de desaceleración. Ello indica que en el 2024 continuará esa tendencia con toda probabilidad.
Si a mediados de esta década siguen creciendo las emisiones, es del todo improbable que a finales de la misma se hayan reducido a la mitad las que había a sus inicios. Algo que ya advirtió el PNUMA en el mencionado informe, señalando que, con los compromisos presentados por los gobiernos, las emisiones en el 2030 solo habrían disminuido un 2% respecto a las de principios de década.
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La economía fosilista y la amenaza climática, intactas después de la COP28
Publicado el 21 de diciembre de 2023 en Viento Sur.
Se acaba el tiempo para una acción real que afronte la emergencia climática, pero las cumbres del clima, las COP, siguen actuando como si el engaño sirviera para evitar lo que se nos viene encima. Y la COP28 no ha sido una excepción. Tal vez sea necesario repetir, una vez más, a qué amenaza nos enfrentamos. Los impactos climáticos que hemos padecido en 2023 son una pequeña muestra de alguna cosa que alcanzará dimensiones aterradoras si no adoptamos las medidas urgentes y contundentes que hacen falta.
Este año hemos vuelto a superar todos los récords de temperaturas y hemos tenido olas de calor extraordinarias. Entre junio y agosto tuvimos los meses más cálidos jamás registrados, alcanzando unas temperaturas que posiblemente fueron las más cálidas en la Tierra en los últimos 100.000 años, según un estudio publicado por The American Institute of Biological Sciences.
La Organización Meteorológica Mundial, en su informe previo a la COP, también destacó otros récords de 2023, como la pérdida de hielo marino de la Antártida, que amenaza con una elevación del nivel del mar mayor de lo que se esperaba. O la superficie quemada por incendios forestales en Canadá, que amenaza con pérdidas inexploradas de bosque boreal en todo el hemisferio norte.
Asimismo destacó los episodios meteorológicos extremos…
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La moto que nos venden sobre la transición energética
La Agencia Internacional de la Energía, en su último informe, ‘World Energy Investment 2023’, dice que la inversión en tecnologías de energía limpia está superando significativamente a la que se hace en combustibles fósiles, y hace afirmaciones como que «en 2023 la energía solar eclipsará la producción de petróleo por primera vez». Concretamente, prevé que en el 2023 se invertirán alrededor de 2,8 billones de dólares a nivel mundial en energía, y que de ellos más de 1,7 billones se destinen a tecnologías limpias. Este informe ha despertado cierto optimismo por lo que a la transición energética se refiere, y no han faltado titulares que señalan que por fin el petróleo da paso a la energía solar, dando casi por sentado que estaríamos ya iniciando el declive en el consumo de petróleo, o más aún, el declive de todos los combustibles fósiles.
De entrada conviene señalar que, cuando la AIE habla de 1,7 billones de inversión en tecnologías limpias, incluye no solo las energías renovables, sino también los vehículos eléctricos, la energía nuclear, las redes de suministro, el almacenamiento, los combustibles de bajas emisiones, las mejoras de eficiencia y las bombas de calor. Cuando buscamos en el informe la inversión en renovables del 2022 resulta que fue de 600.000 millones de dólares, mientras que la inversión en combustibles fósiles fue de 930.000 millones. Se sigue invirtiendo más en combustibles fósiles que en renovables. Y lo cierto es que en los últimos años, desde la pandemia, el incremento de la inversión en combustibles fósiles ha sido sostenido y la AIE prevé que en el 2023 siga creciendo. En concreto, prevé que la inversión en petróleo y gas crecerá un 7 % en este año.
Por transición energética deberíamos entender el hecho de que el crecimiento de las energías renovables conlleve decrecimiento en el consumo de combustibles fósiles, algo que justamente no está ocurriendo. Más bien, lo que sucede es que, por mucho que crecen las energías renovables, también crecen los combustibles fósiles. ¿Por qué ocurre tal cosa?
Para entender esa paradoja debemos tener en cuenta el punto del que partimos. Según el último ‘Statistical Review of World Energy’ de BP, el del 2022, del conjunto de la energía primaria que gastamos en el mundo (595,15 exajulios), solo el 6,7 % es energía renovable (39,91 exajulios), y eso incluye la biomasa y otras fuentes que la AIE considera renovables, que, si las excluimos, resulta que las renovables solar y eólica solo son el 1,7 % (10,4 exajulios). Los combustibles fósiles representan todavía el 81,4 % de la energía primaria que consumimos. Este es el punto de partida, de modo que por muy alto que sea el porcentaje de crecimiento de las energías solar y eólica, que lo es, necesitará mucho tiempo para comenzar a sustituir a los combustibles fósiles.
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COP27: de la decepción a la rebelión
Publicado el 11 de febrero de 2021 en Público.
La cumbre de Sharm el-Sheij que se inicia este domingo llega tras un año en el que la acción de los gobiernos que allí se reunirán ha tenido poco que ver con sus promesas climáticas. Las promesas habían sido rutilantes, sobre todo las realizadas a partir del 2019. En ese año, el Reino Unido se comprometió a alcanzar las cero emisiones netas en el 2050, y después fue concretando objetivos a medida que se acercaba la cumbre climática de Glasgow del pasado año. La Unión Europea presentó su Pacto Verde a principios del 2020, y ya en pandemia lanzó su paquete de ayudas públicas Next Generation, con el que ponía grandes cantidades de dinero al servicio de la transición energética. Además, se comprometió a haber reducido sus emisiones en el 2030 un 55 % respecto a las del 1990, lo que equivalía a reducirlas más o menos a la mitad respecto a las del 2019. Estados Unidos también compitió por el título de campeón climático: en cuanto Biden asumió la presidencia, canceló el controvertido oleoducto en construcción que procedía de Canadá, el Keystone XL, y propuso un plan billonario para desarrollar la energía limpia, además de prohibir las perforaciones petrolíferas en tierras federales. China también mejoró sustancialmente sus compromisos climáticos, prometiendo ser neutra en carbono en el 2060. Otros países también asumieron compromisos similares.
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Futuros escenarios para el tratamiento de las migraciones climáticas
Esta ponencia se hace en el marco de un seminario denominado Semana de las Migraciones Ambientales, pero yo hablaré sobre las migraciones climáticas; convendría, por tanto, establecer la diferencia conceptual. Podemos considerar migraciones ambientales a aquellas que son provocadas por fenómenos o desastres medioambientales, y estos pueden diferenciarse en tres grupos. Hay un tipo de desastres medioambientales que nada tiene que ver con la acción humana: son los tsunamis, los terremotos o las erupciones volcánicas. Y hay otros dos tipos que sí son responsabilidad de la acción humana, y son los que nos interesan más en este seminario.
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Desplazamientos medioambientales
Texto publicado en la Revista Diecisiete Nº 6 MIGRACIÓN Y REFUGIO: LOS RETOS Y OPORTUNIDADES EN UN MUNDO EN MOVIMIENTO
Resumen
Los desastres medioambientales que generan mayor número de desplazamientos son los que provocamos los humanos, tanto los que causa la industria extractiva, la agroindustria y la ganadería industrial, como los que causa el cambio climático. La industria extractiva y agroganadera acapara grandes superficies de tierra y genera una contaminación que afecta a extensiones aún mayores, obligando a muchas poblaciones a abandonar esas tierras. El cambio climático está exacerbando las lluvias torrenciales destructivas, las sequías y otros desastres medioambientales, y ello está también obligando a muchas poblaciones a desplazarse. En ambos casos, la mayor parte de los desplazamientos son internos, pero también se producen migraciones que, principalmente se dirigen a los países vecinos. Estas migraciones son tratadas como económicas, pero los países del Norte global tienen una responsabilidad política en los desastres que las provocan que no debe ser eludida. Esa responsabilidad comporta una obligación de dar protección internacional a las personas que emigran por esos motivos.
Abstract
The environmental disasters that generate the greatest number of displacements are those caused by humans: those caused by the extractive industry, agroindustry and factory farming, and those caused by climate change. The extractive and agro-livestock industry monopolizes huge areas of land and generates pollution that affects even larger areas, forcing many populations to abandon those territories. Climate change is exacerbating destructive torrential rains, droughts and other environmental disasters, and is also forcing many populations to displace. In both cases, most of the displacements are internal, but there are also migrations that mainly go to neighbouring countries. These migrations are treated as economic, but the countries of the global North have a political responsibility in the disasters that cause them, a responsibility that should not be eluded. That accountability implies an obligation to provide international protection to people who emigrate for these reasons.
Palabras clave: Desastres medioambientales, cambio climático, desplazamientos, migraciones, refugiados
Keywords: Environmental disasters, climate change, displacement, migration, refugees
- Introducción
Los desplazamientos humanos forzados pueden tener motivaciones muy variadas, pero podemos señalar dos grandes causas. La primera es la violencia y los conflictos bélicos: en el 2020 hubo 9,8 millones de personas que tuvieron que abandonar sus hogares y cambiar su lugar de residencia por esta causa, y a finales de ese año eran ya 82,4 millones las personas que vivían desplazadas tras haber huido, en algún momento de los últimos años o décadas, de algún conflicto, violencia o persecución. Más de la mitad (48 millones) eran desplazadas internas, personas que habían abandonado su hábitat pero no su país; el resto habían salido del país y eran las personas a las que llamamos refugiadas, ya que las leyes les dan derecho a la protección internacional por haber huido de conflictos o persecuciones. Son las huidas de Siria, Afganistán, Myanmar, Sudán del Sur, Venezuela, Guatemala, Honduras, etcétera, que principalmente encontraron refugio en los países vecinos (UNHCR, 2021).
La otra gran causa de desplazamientos son los desastres medioambientales, y a ella se refiere este artículo. Algunos de esos desastres son naturales (geofísicos), como los terremotos, los tsunamis o las erupciones volcánicas, pero los que mayor número de desplazados provocan son los desastres medioambientales que originamos los humanos. Y estos también podemos subdividirlos en dos grupos: los producidos por la industria y los generados por el cambio climático.
2. Desplazamientos medioambientales causados por la acción industrial
Los desplazamientos humanos causados por la acción industrial se han producido en todos los países durante la industrialización, pero ahora se dan sobre todo en los países de bajos ingresos, países africanos, latinoamericanos y asiáticos. Las grandes corporaciones extractivas son las principales responsables: la minería a cielo abierto ocupa vastas extensiones de tierra y contamina las aguas dejando inhabitables otras extensiones aún mayores; la extracción de petróleo y otros combustibles fósiles produce el mismo efecto; la construcción de grandes presas hidroeléctricas también destruye amplias zonas de cultivo y deja inhabitables pueblos enteros, como lo hace la construcción de otras grandes infraestructuras; la deforestación y la expansión de la agricultura industrial y la ganadería industrial se hacen igualmente a costa de las poblaciones que vivían de los bosques o la agricultura local. Todo ello está produciendo desplazamientos humanos forzados: poblaciones que se ven expulsadas de sus tierras por el avance de la industria extractiva y agroganadera o la contaminación que provoca.
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De cómo Estados Unidos y la OTAN moldearon a Putin
Publicado el 22 de marzo de 2022 en Catalunya Plural.
Quienes tenemos cierta edad recordamos bien las alabanzas que recibía Mijaíl Gorbachov, el presidente de la Unión Soviética entre 1985 y 1991. Encandilaba a mandatarios y periodistas occidentales con su perestroika y parecía que iba a tener larga vida política. Pero lo cierto fue que no la tuvo. El hombre recibía parabienes verbales, pero en el plano económico todo eran puñaladas traperas por parte del mundo occidental. Cuando pidió ayuda al FMI y al Banco Mundial para su reforma económica, estos se la negaron, y le exigieron una reforma radical que incluyera austeridad en el gasto público, liberalización de los precios de los alimentos básicos y privatizaciones en todos los sectores, incluidos los servicios públicos…
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Ampliación del aeropuerto, ¿proyecto de futuro o pelotazo?
Publicado el 17 de junio en Catalunya Plural.
En estos días están dándose razones, a favor o en contra, sobre la ampliación del aeropuerto de El Prat, y quiero aportar una que creo que ha aparecido poco. Cuando empecé a estudiar a fondo el cambio climático para mi investigación sobre las migraciones climáticas, no tardé en preguntarme cómo era posible que se hubiese construido la segunda terminal, la que ahora es T1. Supuse que, en los años en los que se construyó, aún no se tenía muy en cuenta el cambio climático. Pero lo que ahora me produce estupor es que en el 2021 siga sin tenerse en cuenta.
Después del delta del Ebro y de los humedales del Empordà, la primera zona que se inundará en Cataluña por la subida del nivel del mar será precisamente la que aloja al aeropuerto de El Prat. ¿Cuándo ocurrirá eso? Lo último que nos dijo…
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La gestión de las migraciones climáticas
MIGUEL PAJARES
Antropólogo social y autor del libro ‘Refugiados climáticos, un gran reto del siglo XX’I (Editorial Rayo Verde).
Publicado el 11 de febrero de 2021 en Público.
En mi reciente libro Refugiados climáticos digo que hacia el 2060 podría haberse doblado, a causa del cambio climático, el actual número de migrantes que hay en el mundo. Si ahora la población migrante (quienes viven en un país distinto del que han nacido) es el 3,5 % de la mundial, en el 2060 podría ser el 6 %. Mi apreciación no es un cálculo, sino una idea general sobre la magnitud que pueden alcanzar las migraciones climáticas, basada en el análisis que hago por regiones.
¿Es una magnitud migratoria que deba comenzar a preocuparnos? En todos los debates en los que estoy participando desde la publicación del libro insisto en que lo que ha de inquietarnos es el propio cambio climático, no las migraciones que provocará, porque tales migraciones son perfectamente gestionables. De las migraciones climáticas lo que debe interesarnos no es su tamaño sino su gestión, ya que, si las gestionamos mal, acabarán siendo profundamente desestabilizadoras y se convertirán en un problema más, añadido a las propias catástrofes climáticas, que aumentará los riesgos de colapso social. Pero bien gestionado, un 6 % de población mundial emigrada no es alarmante en ningún sentido. ¿Sobre qué pilares hemos de sostener esa gestión? Voy a señalar dos.
El primero es…
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Hablemos de refugiados climáticos
Miguel Pajares, antropólogo social y autor de Refugiados climáticos, un gran reto del siglo XXI (editorial Rayo Verde).
Publicado el 1 de enero de 2021 en El País.
Al final de este artículo explicaré su título, pero antes he de hablar sobre los desplazamientos y migraciones que el cambio climático está provocando. Nos faltan muchas cosas por saber acerca de estos movimientos humanos, pero algunas sabemos ya. Lo primero que se ha de señalar es que los impactos climáticos, tales como la pérdida de rentabilidad de los cultivos, las sequías cada vez más prolongadas o las lluvias cada vez más dañinas, que obligan al abandono de muchas zonas rurales en las franjas tropicales del planeta, están provocando, por ahora, más desplazamientos internos que migraciones. Las ciudades que se encuentran entre los trópicos crecen de forma desmesurada, y lo hacen principalmente por el flujo constante de personas que abandonan las zonas rurales para buscar la supervivencia en los suburbios de esas ciudades…
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El ‘efecto llamada’ llama de nuevo
¿Subir las vallas de Ceuta y Melilla? ¿Para qué, exactamente?
Publicado el 1 de marzo de 2020 el Público.
Cualquiera de las personas que nos dedicamos a estudiar las migraciones sabe que la llamada migración económica es un movimiento humano que, en buena medida, se autorregula. Los migrantes van allí donde se les ofrece trabajo y dejan de ir cuando eso ya no es así. Los estudios del Pew Research Center han dejado meridianamente claro que la inmigración recibida en Estados Unidos, procedente sobre todo de México y otros países latinoamericanos, ha seguido esa pauta desde principios del siglo XX: los flujos han crecido al mismo ritmo que lo hacía la economía y se necesitaba mano de obra. En Europa ha pasado lo mismo. La inmigración recibida en los años noventa y los dos mil ha ido fundamentalmente a los países que tenían mayores tasas de crecimiento, o a países que crecían con un modelo económico de utilización intensiva de mano de obra, como eran los casos de Irlanda y España. El ejemplo de España es nítido: a finales de los noventa se hizo una clara apuesta por un crecimiento basado en el sector de la construcción (ley del suelo del 98, nuevas facilidades de financiación…), lo que en los años dos mil supuso que aquí se necesitara más mano de obra que en ningún otro país europeo. Entre el 2000 y el 2008, España fue el primer país del mundo receptor de inmigración en términos relativos a la población.
Esa migración deja de recibirse, y en parte retorna a su país, cuando el crecimiento económico remite. Y eso es justo lo que pasó con la crisis económica en España y otros países europeos. Los flujos de retorno a los países de origen no son un fenómeno tan estudiado como los flujos de llegada, pero algunas cosas se saben, y son el fundamento de la idea de autorregulación que estoy tratando de explicar. ¿Cuáles son los principales grupos de los que retornó más gente a su país de origen durante la crisis económica en España? Aquellos que podían volver a España más adelante, si las cosas mejoraban…
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Las dos fases de las migraciones climáticas
Publicado el 8 de noviembre de 2019 en el blog Migraciones climáticas
Cada vez son más los estudios empíricos que demuestran que las migraciones climáticas están produciéndose ya ahora, y aquí hablo de migraciones como desplazamientos transfronterizos sin incluir los desplazamientos internos a los que también me referiré luego. Estudios sobre el terreno hechos por la Organización Internacional para las Migraciones muestran que hay gente que emigra de Bangladesh, de Vietnam y de otros países a causa de los efectos del cambio climático.[1] Lo mismo indican estudios del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas y del CEPAL realizados en Centroamérica: éstos muestran que la gente no emigra sólo por la violencia y la pobreza, sino también por las sequías y otros impactos climáticos.[2]
Una característica importante de esas migraciones climáticas es que las personas afectadas apenas salen de las regiones en las que se producen. Los países a los que se emigra son principalmente los vecinos (la excepción podría ser la emigración centroamericana hacia Estados Unidos). Los datos migratorios avalan esa afirmación: las migraciones más importantes de África Occidental son las de los países del Sahel (los más afectados por el cambio climático) hacia los países costeros de la región. Igualmente, las migraciones de los países más afectados por los impactos climáticos de África Oriental, como Sudán y Somalia…
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África, ¿el continente del futuro?
Publicado el 23 de octubre de 2019 en Público.
Leí con gran interés el dossier de la Vanguardia titulado África, el continente del futuro, un conjunto de artículos en los que se abordan las perspectivas de ese continente. En ellos se habla de sus hándicaps, así como de sus grandes posibilidades de desarrollo económico, tanto por sus riquezas naturales como por las dinámicas de crecimiento que se dan en varios de sus países (Etiopía, Ghana, Costa de Marfil, Ruanda, etc.). Acabada su lectura me sobrevino la decepción: en todo el conjunto de artículos apenas se hacía mención al cambio climático. Estoy acostumbrado a este tipo de decepciones; el cambio climático aún no es mainstreaming: se habla mucho de él en las cumbres específicas o cuando se publican determinados informes, pero se olvida en las cumbres económicas, en los análisis y programas de crecimiento económico o en el quehacer diario de los gobiernos y las grandes corporaciones. Pero me sorprende que no aparezca en un dossier sobre África publicado en octubre del 2019, porque a estas alturas ya está claro que el cambio climático es precisamente lo que podría hacer que África nunca llegue a ser el continente del futuro.
El anterior presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, dijo que “en la década del 2030 podríamos encontrarnos con que el calor extremo y la sequía no permitan que el 40% de la tierra que actualmente se utiliza en África para cultivar maíz pueda seguir utilizándose”. Disminuciones no tan grandes, pero también muy graves, se darán en el resto de cereales y demás cultivos; por ejemplo, cuando el calentamiento global sea de 2ºC (cosa que pasará antes del 2040 si no se hacen las acciones “urgentes y a una escala sin precedentes” que reclamó el IPCC el año pasado), la producción de mijo y sorgo en África Occidental habrá caído entre el 15 y el 25%. La FAO ha dicho que las pérdidas de productividad asociadas al calor están reduciendo ya la obtención total de alimentos en África (un continente que habrá doblado su actual población en el 2050).
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Un marco de protección para los refugiados climáticos
Publicado el 27 de septiembre de 2019 en El Periódico.
En estos días de acciones globales contra la crisis climática están proliferando las informaciones y los artículos, y para mucha gente está quedando claro que las tres décadas que llevamos de acuerdos climáticos internacionales no han servido para poner freno al calentamiento global. Y es que los gobiernos llevan esas mismas tres décadas vulnerando reiteradamente sus compromisos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Ya hace siete años que la Agencia Internacional de la Energía dijo que para no disparar el calentamiento global deberían quedarse para siempre en el subsuelo dos terceras partes de las reservas conocidas de combustibles fósiles; sin embargo, las grandes empresas fosilistas siguen haciendo inversiones en la búsqueda de nuevos yacimientos (y los siguen encontrando), sin que se vislumbre ninguna perspectiva de que alguien vaya a obligarlas a poner freno a su acción extractiva.
Las emisiones de gases de efecto invernadero siguen creciendo y, con ellas, la temperatura media global. Ya llevamos un grado centígrado de calentamiento, y los científicos han dicho que superar 1,5ºC es muy peligroso. En el Acuerdo de París del 2015 los gobiernos se comprometieron a hacer lo posible por no superar ese límite, pero los organismos de Naciones Unidas advierten de que las medidas anunciadas por los gobiernos hasta el momento no concuerdan con ese compromiso. Más bien nos llevan a un calentamiento de más de 3ºC.
El cambio climático ya está aquí. Sus efectos son…
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Tortura en el Mediterráneo
Publicado el 19-08-2019 en Catalunyaplural (eldiario.es).
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Mientras escribo estas líneas, parte de las 147 personas rescatadas del mar por el Open Arms y de las 356 rescatadas por el Ocean Viking llevan quince días hacinadas, sometidas a los vaivenes del oleaje y muchas enfermando (otra parte lleva menos días, pero el mismo suplicio), mientras los gobiernos europeos y las instituciones de la UE se desentienden o hacen leves movimientos con criminal lentitud. Un juzgado italiano ha suspendido el decreto de Salvini que prohibía a los barcos de las ONG acercarse a las aguas jurisdiccionales italianas y, con ello, el Open Arms ha podido acercarse a Lampedusa para ponerse al abrigo del temporal. Después pudo desembarcar a algunos enfermos y niños y algunos gobiernos comenzaron a decir que aceptarán una parte de las personas rescatadas (ojalá todas hayan podido desembarcar cuando lea este artículo).
¿De qué huían esas 503 personas rescatadas? Una parte de ellas, de conflictos bélicos, de los que se dan en los países del Sahel, el Cuerno de África y Oriente Próximo. Es decir, han huido cuando la muerte las acechaba de manera inminente. Huyen de unos conflictos fuertemente alimentados por las armas que fabricamos en Europa y por nuestra demanda del petróleo y los minerales que tienen esos países.
Otras huyen de…
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¡Es la xenofobia, estúpido!
11 de julio de 2019. Publicado en Actualidad Humanitaria (Público).
El recién elegido jefe de la política exterior europea, Josep Borrell, ha dicho en varias ocasiones (la última que yo lo oí fue en un debate televisado de la campaña para las elecciones europeas en la que fue primer candidato por el PSOE) que la inmigración es un serio problema que puede acabar desmembrando la Unión Europea. Creo que Borrell debería ponerse un gran cartel en su nuevo despacho de Bruselas, parecido al que se puso Bill Clinton con el propósito de no olvidarse del elemento fundamental de su campaña presidencial de 1992, pero en lugar de hacer mención a la economía, el de Borrell debería rezar: ¡Es la xenofobia, estúpido!
El problema no es la inmigración…
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Pacto Mundial sobre la Migración
20 de diciembre de 2018. Publicado en El Triangle.
El Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, que tuvo su aprobación final por la Asamblea de NNUU el 19 de diciembre, parecía, mientras se preparaba a principios de año, que iba a dar poco que hablar. Sin embargo, la controversia comenzó cuando Donald Trump retiró a los Estados Unidos del mismo, y después le siguieron en cascada Hungría, Israel, Australia, Suiza, Italia, Austria, Bulgaria, República Checa, Polonia, Eslovaquia, Estonia y Letonia. Todos alegaban que el Pacto coarta la soberanía nacional y obliga a aceptar ciertas reglas favorables a los inmigrantes, reglas que no quieren admitir todos esos gobiernos que han destacado por sus políticas antiinmigración.
A la vista de tales reticencias y, sobre todo, de quienes las formulan, cabría pensar que estamos ante un buen Pacto, o sea, que por fin van a ser respetados los derechos de las personas migrantes, y que habrá una gestión internacional de las migraciones que las harán seguras, ordenadas y regulares (como reza el título del Pacto).
Nada más lejos de la realidad.
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Expulsión exprés de 116 inmigrantes africanos: ¿Con qué derecho?
27 de agosto del 2018. Publicado en Actualidad Humanitaria.
Los países ricos de occidente seguimos expoliando África. Según informan el Banco Africano de Desarrollo y la entidad norteamericana Global Financial Integrity, el flujo ilegal de salida de capitales de África supera con creces la entrada por inversión y ayudas al desarrollo; pero, en contra de lo que cree mucha gente, la corrupción de los gobernantes africanos supone el 3% de ese flujo ilegal, mientras que las transacciones ilegales de las multinacionales occidentales (facturación fraudulenta en las importaciones y exportaciones, evasión de impuestos…) suponen el 60%. Sólo la salida ilícita de minerales practicada por algunas grandes multinacionales genera una pérdida a África de unos 60.000 millones de dólares al año, según publicaba en el 2012 el Journal of Peace Research.
El acaparamiento de tierras africanas que se realiza desde occidente está limitando sus recursos alimenticios. Como señala la Organización de las Naciones Unidas, los países ricos están adquiriendo grandes extensiones de suelos cultivables y recursos hídricos, y aproximadamente dos tercios de esas adquisiciones se han producido en el África Subsahariana. Casi el 10 por ciento de la superficie total cultivada y el 35 por ciento de las tierras restantes potencialmente cultivables en África han sido ya adquiridas por grandes corporaciones, con más de 70 millones de hectáreas asignadas para biocombustibles. De modo que estamos sosteniendo nuestro excesivo nivel de consumo occidental gracias, en parte, al expolio de las tierras africanas. Por no hablar del expolio de los caladeros pesqueros subsaharianos y del Cuerno de África, que practican las grandes industrias multinacionales del pescado (una de ellas de origen español), con prácticas ilegales como la pesca de arrastre.
La contribución del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial fue decisiva para que occidente pudiera llevar a cabo este formidable saqueo de África. Los programas…
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Refugiados: se necesita algo más que actos puntuales
20 de junio del 2018. Publicado en Públic.
Versió publicada en català: aquí.
Este año, el 20 de junio, Día Mundial de las Personas Refugiadas, ha venido precedido de dos actos significativos realizados por el recién estrenado gobierno del socialista Pedro Sánchez: el ofrecimiento de acogida a los migrantes y refugiados que se hallaban en el Aquarius, rechazados por los gobiernos de Italia y Malta, y el anuncio por parte del nuevo Ministro del Interior de que se retirarán las concertinas (alambradas de cuchillas) de la vallas de Ceuta y Melilla. La organización que yo represento, dedicada a dar la atención a las personas refugiadas y a defender el derecho de asilo, celebra sinceramente esos dos actos, pero ahora más que nunca es necesario decir que lo que toca hacer en materia de asilo va mucho más allá. El Gobierno español tiene que definir una nueva política de asilo y de fronteras, respetuosa con los derechos y la dignidad de las personas, y ha de defender en el marco europeo un cambio profundo de las políticas que están realizándose.
Por lo que se refiere a la Unión Europea, diré que las políticas de asilo siguen siendo erráticas y no existe la política común que desde hace más de dos décadas se intenta establecer. Cada estado campa a sus anchas, y la llegada de la extrema derecha a varios gobiernos de la UE, o su crecimiento en muchos países, está llevando a políticas cada vez más restrictivas y represivas. A los países que se venían oponiendo a todo tipo de acuerdo sobre acogida de refugiados, Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaquia, se han unido ahora Austria e Italia, donde también la extrema derecha está en los gobiernos; otros países, como Dinamarca, Holanda o Suecia se suman a ese lado oscuro, y Alemania, por su parte, se debate en un mar de dudas que puede llevarla al mismo sumidero. La influencia de la extrema derecha xenófoba sobre la agenda de inmigración y asilo europea es enorme.
Por eso al Gobierno español le pedimos…
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Delito de odio: en defensa del concepto. El caso de Valtónyc
1 de marzo del 2018. Miguel Pajares. Artículo publicado en Actualidad Humanitaria (diario Público)
En 1995 participé, representando a SOS Racismo, en varias reuniones que hicimos en Madrid un conjunto de organizaciones para hacer una propuesta sobre la reforma del código penal que, a la sazón, se tramitaba en el Congreso. Estaba también la Asociación pro Derechos Humanos, una asociación judía, otra gitana, otra de homosexuales, etc. El más activo haciendo propuestas fue Alberto Benasuly, que representaba a la Coordinadora de Organizaciones Judías para la Reforma del Código Penal. Nuestro objetivo no era otro que la inclusión en el código penal del delito de odio, algo que se logró aunque no con la extensión y los matices que proponíamos.
De una manera o de otra, los allí presentes representábamos a los colectivos humanos discriminados, que en nuestra sociedad se hallan en situación de desventaja y son víctimas no sólo de discriminación, sino también de humillación y de exclusión. De nuestras propuestas quedaba excluida la discriminación de género, ya que ésta se abordaba en otros espacios de debate y se iba a incluir en otros artículos del código penal. Así, básicamente, además del colectivo homosexual, actuábamos en pro de las personas que forman parte de los colectivos racializados, sean gitanas, negras, judías, inmigrantes, musulmanas o pertenecientes a cualquier otro grupo humano contra el que se cargan estigmas raciales; estigmas que las colocan en situación de desventaja y favorecen su discriminación y su exclusión en el acceso a derechos, servicios y progreso social.
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¿Cómo se llega a eso?
26 de agosto del 2017. Miguel Pajares. Artículo publicada en El Periódico.
El imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, era (presuntamente) un criminal, uno más de los muchos que hay en todas las sociedades, pero él no hacía lo que otros, que violan y asesinan por sí mismos. Lo que él hacía era reclutar jóvenes para que cometieran los asesinatos. Y aquí es donde nos tropezamos con la pregunta más turbadora que muchos nos planteamos en estos momentos: ¿qué lleva a un joven común, cuya vida ha sido como la de cualquier otro, a dejarse reclutar por alguien que le está invitando asesinar y a llegar incluso hasta el suicidio? Younes Abouyaaqoud, el (presunto) terrorista que mató a 14 personas y finalmente fue abatido por los Mossos d’Esquadra cuatro días después en un acto que fue prácticamente un suicidio, había vivido en Ripoll desde que tenía 4 años; ahí había sido educado y era conocido por sus amigos y su entorno como un buen chaval, buen estudiante, buen compañero, aficionado al fútbol, alegre e inteligente. Buena persona. ¿Qué lleva a un chico así a hacer lo que hizo?…
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Un futuro de refugiados climáticos
Marzo del 2017. Miguel Pajares. Artículo publicado en Carrer, revista de la Federació d’Associacions de Veïnes i Veïns de Barcelona, en el número 143, dedicado a la ciudad del futuro.
La migración global más grande de la historia de la humanidad está por llegar, pero probablemente sólo le faltan unas pocas décadas. Cada vez quedan menos dudas de que el cambio climático causará migraciones forzadas sin precedentes. La generación de gobernantes de los últimos 30 años no ha cumplido con su obligación de ponerle freno y, por muy radicales que sean las medidas que se tomen a partir de ahora, el calentamiento global va a proseguir, porque el carbono que ya hemos echado a la atmósfera seguirá atrapando calor durante mucho tiempo. Aún podemos impedir que el calentamiento se dispare hasta extremos que coloquen a todo el planeta en una situación de catástrofe global, pero lo que ya no podemos evitar es la continua sucesión de catástrofes parciales que afectarán a un conjunto de zonas críticas de varios continentes. No podemos evitarlas porque ya están produciéndose, y porque el incremento de sus dimensiones es evidente.
Ya en 2008, en un estudio de Andrew Thow y Mark de Blois[1] realizado para Naciones Unidas señalaba los lugares en los que las sequías, las inundaciones y los ciclones irían haciéndose cada vez más devastadores en los siguientes 30 años. Hablaba de África, de Asia central y suroriental, y de América Central y la zona oriental de Sudamérica. Pero quien se llevaba la palma era África: las sequías seguirían acentuándose en toda el África subsahariana; las inundaciones crecerían en el Sahel, el Cuerno de África, la región de los Grandes Lagos y el centro y sudeste del continente; y los ciclones serían especialmente destructivos en Mozambique y Madagascar. Y estas previsiones no incluían el aumento del nivel del mar, ya que sus efectos más destructivos no se prevén para las próximas tres décadas, sino para algunas más (quizás seis o siete).
La sequía supone pérdida de acuíferos, acumulación de sal en las tierras agrícolas y avance de la desertización. Y ello conduce a la merma de la productividad de las tierras cultivadas, la pérdida de cosechas y la reducción de los terrenos cultivables. Las tempestades e inundaciones no resuelven los problemas de las sequías, primero porque no suelen producirse en los mismos sitios, y segundo porque también destruyen las cosechas y contaminan los acuíferos. Y el problema es que ambas cosas van a seguir creciendo inexorablemente: el calentamiento de la atmósfera trae sequías por un lado y aumenta la evaporación en el mar por el otro (lo que hace incrementar las tempestades).
Aunque se sabe que esto provocará movimientos migratorios importantes, no hay previsiones certeras sobre cómo serán, porque el tema no ha sido lo suficientemente estudiado. Los científicos del clima han dedicado poco tiempo a estudiar la relación entre el cambio climático y las migraciones; y, a su vez, los sociólogos de las migraciones tampoco se han centrado demasiado en la relación entre éstas y el clima. Puede decirse que hasta 2008 no se hicieron los primeros estudios de cierta extensión, cuando se creó la Alianza sobre el Cambio Climático, Medio Ambiente y Migración (CCEMA, por sus siglas en inglés). De momento, sólo se manejan algunas hipótesis, como la hecha hace años por Norman Myers, de la Universidad de Oxford, que señaló que para el 2050 podría haber hasta 200 millones de migrantes derivados del cambio climático. Pero no sabemos hasta dónde llegará el empobrecimiento que el cambio climático va a provocar en muchos países, ni las guerras por los recursos (como el agua) que va a generar, de modo que esas previsiones podrían quedarse pequeñas.
Así, la cuestión es: ¿Cómo vamos a recibir a esos refugiados climáticos en esta Europa que en 2015 y 2016 demostró un profundo egoísmo ante el incremento de refugiados producido por las guerras actuales? Y también: ¿Podrá la Barcelona del welcome refugees sostener dentro de tres o cuatro décadas la postura solidaria y acogedora que ahora está manteniendo a contracorriente?
El egoísmo europeo ha hecho creer a mucha gente que todos los refugiados del mundo quieren venir a Europa, pero lo cierto es que el 85% están acogidos en los países pobres. El ejemplo de los sirios es bastante claro: sólo Turquía tiene cuatro veces más refugiados sirios que los 28 países de la Unión Europea juntos. Con los refugiados climáticos pasará lo mismo: la gran mayoría se quedarán en los países cercanos, es decir, en otros países del Sur Global. A Europa y los demás países ricos les corresponde la responsabilidad de atender las emergencias humanitarias que van a producirse en muchos países del Sur (no hay que olvidar que los países ricos son los principales causantes del cambio climático), pero, además, a Europa le tocará acoger a cierto número de refugiados climáticos, y, aunque será una proporción pequeña, habrá que contarlos por decenas de millones.
Pongamos el ejemplo de Bangladesh. En Barcelona, según el último padrón, hay casi 6.000 bangladeshíes de los más de 13.000 que hay en España. Son muy pocos comparados con los 8 millones de migrantes y refugiados bangladeshíes que hay repartidos por el mundo. Pero ese número va a crecer. Dos terceras partes del territorio del país están a menos de 5 metros de altura sobre el nivel del mar. De los 165 millones de habitantes que tiene Bangladesh (la mitad bajo el umbral de la pobreza), 40 millones viven en las zonas costeras. El aumento del nivel del mar reducirá su territorio y aumentará la gravedad de las inundaciones. Éstas se producirán tanto por el incremento de las lluvias como por el deshielo de los glaciares del Himalaya. Además, los ciclones serán más potentes y, con la subida del nivel del mar, la marea que los acompaña penetrará en gran parte del territorio. A su vez, la crecida del nivel del mar aumentará la salinidad en las zonas costeras, lo que provocará la reducción drástica de las cosechas y la inseguridad del suministro de agua potable. Todo ello generará decenas de millones de desplazados. La mayoría irán a países asiáticos, pero los bangladeshíes que ya están en Europa, atraerán a una parte de los que huyan. Y lo mismo podemos decir sobre los que ahora están en Barcelona.
Bangladesh es un buen ejemplo porque es uno de los primeros países que sufrirá los efectos devastadores del cambio climático, pero los desplazados por el clima en África serán muchos más. Y también éstos se quedarán principalmente en países del mismo continente, pero cierta proporción de ellos vendrá a Europa. No será una proporción alta, pero el número de los que vengan les parecerá una barbaridad a buena parte de los europeos.
Ésa es la batalla que tenemos por delante: acabar con los mitos que ha creado el egoísmo europeo. Y la lucha contra esos mitos ha de traducirse en apertura real para la entrada de refugiados. Europa no puede seguir siendo una fortaleza amurallada frente a ellos; ha de facilitar la entrada de los que razonablemente nos corresponden, y esta entrada será importante cuando los refugiados climáticos estén contándose por cientos de millones. Evidentemente, lo prioritario en este tema es el desarrollo de políticas energéticas y económicas que le pongan freno al cambio climático, pero sin olvidar que debemos prepararnos para unos movimientos de población que serán ya inevitables. Para estas migraciones climáticas es necesario un marco de protección jurídica que ahora no existe, pero además hay que luchar en el terreno de los discursos. Barcelona deberá seguir batallando por políticas de acogida responsables y solidarias. Y la batalla será ardua.
[1] Thow, A. and De Blois, M. 2008. Climate change and human vulnerability. Disponible en: http://www.careclimatechange.org/files/reports/Human_Implications_DiscussionPaper.pdf
Muertes en las fronteras: ¿hay responsabilidad criminal?
Artículo publicado por Málaga Acoge. 6 de febrero del 2017.
La pregunta que da título a este artículo puede hacerse para distintos lugares y momentos, y a distintas escalas. La mayor y más actual es, sin duda, el mar Mediterráneo, frontera natural que separa esta Europa nuestra en la que se encuentran los países de mayores ingresos, y el continente que tiene los de menores ingresos del mundo. También nos separa de los países de Oriente Medio, el Cuerno de África y otros, en los que se congregan los conflictos bélicos más activos. En este Mediterráneo convertido en gran perímetro fronterizo murieron en 2016 más de cinco mil personas que trataban de llegar a algún país europeo. Niñas, niños, mujeres, hombres que querían llegar a Europa, fueron engullidos por un mar que se ha convertido ya en la mayor fosa común que jamás haya existido. Y la pregunta que aquí nos hacemos es: ¿hay alguien responsable de esas muertes en las fronteras?
Artículo completo (aquí).
Tancar les fronteres no és una opció decent
Publicat a ARA l’un de novembre del 2016.
…Des d’un punt de vista humanitari, impedir que una persona busqui en un altre país la feina que li ha de permetre treure la seva família de la misèria o portar els seus fills a l’escola no té la més mínima legitimitat. Naturalment, contra això es pot dir que, encara que no tingui legitimitat moral, sí que té legitimitat legal, ja que cap llei o tractat obliga els estats a obrir les fronteres a la immigració. Doncs bé, la veritat és que l’actual bloqueig de les fronteres tampoc compta amb aquesta legitimitat legal, i es tracta d’una conclusió a la qual s’arriba fàcilment quan ens preguntem qui són aquestes persones que estan intentant creuar-les. Fonts tan diverses com l’ACNUR i Frontex (la policia europea de fronteres) coincideixen que el 85% de les persones a les quals s’impedeix entrar legalment a Europa procedeixen de països en guerra…
Article complert (aquí).
Una anomalía contra un derecho fundamental
Publicado en El Periódico el 25 de octubre del 2016.
Los CIE son la representación de una Europa que se pierde al irse deshaciendo de los instrumentos que debían servirle de guía. Instrumentos como los derechos fundamentales de los que un día se dotó, pero que solo son fundamentales si son de aplicación a todas las personas.
Los CIE son una anomalía jurídica porque nuestro ordenamiento legal no contempla el castigo de privación de libertad por el mero hecho de cometer una falta administrativa, y aunque ciertas argucias legislativas los hayan convertido en legales, su existencia es una muestra de la no aplicación de un derecho fundamental. Y no es la única…
Artículo completo (aquí).
Un antiguo artículo: «El pañuelo de las musulmanas y la vorágine culturalista»
No suelo hacerlo, ya que en esta página voy poniendo los últimos artículos que escribo, pero hoy quiero añadir un artículo que publiqué en 2004. Hace nada menos que 14 años. Un artículo que, sin embargo, sigue teniendo gran actualidad (lamentablemente). Ahí va: (haz clic aquí).
Crisis del derecho de asilo
Publicado en Público (Acción Humanitaria) el 20 de junio del 2016.
Día Mundial de las Personas Refugiadas Crisis del derecho de asiloMiguel Pajares, presidente de la Comisión Catalana de Ayuda al Refugiado |
Miguel Pajares, presidente de la CCAR
Reasentamiento de refugiados
Publicado en El Periódico el 23 de octubre del 2015.
El Mediterráneo sigue cobrándose vidas de refugiados que huyen de las guerras e intentan llegar a un país europeo que les otorgue asilo. En lo que va de año, llevamos más de 3.000 muertos, con una alta proporción de niños en esa cifra. Y, como las guerras de las que huyen siguen recrudeciéndose, el macabro incremento de ahogados parece imparable. Pero no lo es. Las muertes de refugiados en el Egeo y el resto del Mediterráneo podrían detenerse mañana mismo. Buena parte de la población europea así lo ha intuido, y se ha desatado un fuerte movimiento de solidaridad, refugees-welcome, que exige a los gobiernos y a las instituciones de la Unión Europea una respuesta que detenga tanta muerte y tanto sufrimiento por el que se hace pasar a los refugiados. Los gobiernos se han visto forzados a responder, y todos hemos sido testigos de esa aciaga negociación en la que primero se repartieron 40.000 refugiados y después 120.000 más. Pero, ¿este reparto de refugiados responde realmente al clamor de “no más muertes en el Mediterráneo”? En realidad, no. En realidad, no tiene nada que ver con ello, porque los refugiados que se reparten están ya dentro de la Unión Europea, en Grecia, en Italia y en otros países…
El artículo completo se puede ver en este enlace
Ciudades refugio. El alcance de la iniciativa
Publicado en Público el 8 de septiembre del 2015.
Las políticas de inmigración y asilo practicadas en Europa, guiadas por la obsesión de lo que los gobiernos llaman “lucha contra la inmigración ilegal”, están suponiendo una grave vulneración de nuestras leyes de asilo y de los tratados internacionales, ya que el bloqueo practicado de las fronteras impide que las personas que huyen de guerras o persecuciones lleguen a territorio de asilo. Miles de muertos en naufragios en el Mediterráneo, masas humanas atrapadas en zonas fronterizas, mafias haciendo negocio con ellas para trasladarlas a Europa…, todo ello tiene como punto de partida una política de fronteras cuyo objetivo no es otro que el de impedir que los refugiados lleguen a nuestros países.
Pero la actual crisis de refugiados ha alcanzado tal nivel que las sociedades europeas han comenzado a reaccionar. Un movimiento solidario de grandes dimensiones ha surgido en las últimas semanas…
El artículo completo se puede leer en: (haz clic aquí)
El derecho de asilo
Publicado en El Periódico el 23 de agosto del 2015.
Casi 30.000 muertos en el Mediterráneo desde el año 2000, y la sucesión de naufragios de refugiados continúa imparable. Periódicamente, los gobiernos europeos dicen que van a tomar medidas contra tanta tragedia. Pero el hecho es que no las toman y que hay una enorme carga de hipocresía en la forma como abordan esta realidad.
La hipocresía empieza con el lenguaje que utilizan. Cuando se refieren a esas personas que tratan de entrar en Europa atravesando el Mediterráneo o saltando vallas, las llaman «inmigrantes» (o «inmigrantes ilegales»). Pero la propia Frontex dijo que el 84% de los que entraron en el 2014 huían de países en guerra. Son, por tanto, refugiados, no inmigrantes. La Convención de Ginebra sobre Refugiados define como refugiada a la persona que está fuera de su país tras haber huido de una persecución o un conflicto bélico, aunque todavía no esté en territorio de asilo. ¿Por qué entonces no se refieren a ellos como refugiados? Sencillamente, porque quedaría en evidencia que los gobiernos europeos vulneran sus propias leyes de asilo, así como la mencionada convención, que todos han suscrito.
El artículo completo se puede leer en: (haz clic aquí)
http://www.elperiodico.com/es/noticias/opinion/miguel-pajares-derecho-asilo-4448909
¿Es posible una política de inmigración y asilo respetuosa con los derechos de las personas?
Publicado en Público el 29 de mayo del 2015.
El derecho de asilo vulnerado
Publicado el 20 de Marzo del 2015 por SOS Racisme en su Informe 2014 L’estat del racisme a Catalunya
El aspecto de la política de inmigración que tiene mayor presencia en el discurso y en la actividad política de los gobiernos europeos es el que denominan «lucha contra la inmigración ilegal». Esta lucha la llevan a cabo con gran número de medios: controles fronterizos por parte de cada Estado, servicios europeos como FRONTEX para el control del Mediterráneo, vallas como las de Ceuta y Melilla en España, la de Evros en Grecia o la de Bulgaria en su frontera con Turquía, devoluciones en frontera, expulsiones individuales de los inmigrantes encontrados en situación irregular, expulsiones colectivas (que pese a estar prohibidas se practican), centros de internamiento para extranjeros creados para facilitar la expulsiones, controles policiales de identificación en las grandes ciudades, etc. Una parte de estos medios está dirigida a impedir la entrada de los inmigrantes, y otra a castigar con la expulsión a quienes lograron entrar pese a las barreras puestas para impedírselo.
Los medios dirigidos a impedir que los inmigrantes lleguen a pisar territorio de la Unión Europea se complementan con acuerdos con países vecinos para que éstos colaboren con dicho objetivo. De los países del Norte de África, por ejemplo, se espera que impidan la circulación de inmigrantes hacia Europa, ya se trate de sus propios ciudadanos o de nacionales de terceros países. Así, Marruecos tiene la misión de impedir que los inmigrantes se hagan a la mar para llegar a las costas españolas o que se acerquen a las vallas y los puestos fronterizos de Ceuta y de Melilla. Naturalmente, Europa paga a estos países vecinos por la labor policial que desarrollan en beneficio de la política europea de fronteras. Sólo pagando puede pedirse a esos países que hagan algo que los tratados internacionales no obligan a hacer, e incluso que va en contra del contenido de algunos, como la Declaración Universal de Derechos Humanos. Ésta dice que toda persona tiene derecho a salir de su país, y, por tanto, los países de tránsito no deberían impedir su movimiento, como tampoco deberían impedir la salida de sus propios ciudadanos. Si lo hacen, y además es a petición de otros Estados (los europeos), es porque reciben de éstos el precio que hayan estipulado…
El artículo completo se encuentra en las páginas 41, 42, 43 y 44 del citado informe:
http://www.sosracisme.org/wp-content/uploads/2015/03/SOS_Informe2014_15x21_070315_SOS.pdf
Los CIE, inaceptables e inútiles
Publicado en El Periódico el 17 de octubre del 2014.
Los Centros de Internamiento para Extranjeros (CIE) son lugares inaceptables desde la perspectiva de los derechos humanos y el Estado de derecho. Son espacios en los que se priva de libertad a personas que no han cometido ningún delito, lo que constituye una anomalía en nuestro ordenamiento jurídico. Y aún es mayor la paradoja cuando encontramos en los CIE a personas que han huido de guerras o de alguna persecución, algo frecuente entre los africanos internados, o a personas traídas como esclavas a España por organizaciones dedicadas a la trata de seres humanos, como también ha ocurrido con algunas mujeres internadas; personas que…
El artículo completo se puede leer en:
http://www.elperiodico.com/es/noticias/opinion/los-cie-inaceptables-inutiles-3607995
Políticas europeas de inmigración y asilo
Publicado en octubre del 2014 por la Fundación Friedrich Ebert Stiftung y la Fundación Alternativas en su informe: El estado de la Unión Europea. La ciudadanía europea en tiempos de crisis.
El 3 de octubre de 2013 murieron cerca de 350 personas en el mar, a un kilómetro de la costa europea. Eran, en su mayoría, eritreos y somalíes que huían de países en conflicto y viajaban en un barco atestado que se incendió y se hundió al sur de la isla italiana de Lampedusa. Como siempre que se producen tragedias de estas dimensiones, las conciencias de los dirigentes europeos parecen despertar y se hacen propuestas para que tales cosas no vuelvan a suceder. Italia reclamó a la Unión Europea mayor compromiso y solidaridad, más medidas y recursos para afrontar conjuntamente los retos migratorios, y el Consejo JAI, en su reunión del 7 y 8 de octubre, respondió aprobando la creación de un Grupo de Trabajo sobre el Mediterráneo. Éste se reunió el 24 de octubre y, en un tiempo récord, elaboró un documento, que a su vez dio lugar a una Comunicación de la Comisión: COM (2013)869 de 4 de diciembre. Después, el Consejo Europeo de 19 y 20 de diciembre (último de 2013) reclamó a la Comisión Europea un calendario concreto de medidas y se comprometió a tratar el asilo y las migraciones en el Consejo de junio de 2014 con la intención de establecer una política a largo plazo y dotarla de las medidas legislativas necesarias.
Volveremos sobre los documentos mencionados (el del Grupo de Trabajo y la Comunicación de la Comisión), ya que son parte importante de lo elaborado en 2013 en materia de inmigración y asilo, pero antes no queremos dejar de mencionar la sensación de déjà vu que nos produce este tipo de compromisos europeos para establecer, de una vez por todas, la política común de inmigración y asilo. En 1999, los jefes de Estado de la Unión Europea adoptaron en Tampere el firme compromiso de establecerla en cinco años. Igual de firme fue el compromiso que volvieron a alcanzar en Laeken en 2001, en Sevilla en 2002, y más aún en La Haya en 2004, donde, a la vista de lo poco que se había avanzado, se firmó un nuevo acuerdo de amplias dimensiones por el que en 2009 deberíamos tener ya plenamente vigente esa política común. El “período La Haya” aportó escasos progresos y acabó con un nuevo compromiso en Estocolmo para tener concluida dicha política en 2014…
El artículo completo se encuentra en las páginas 81 a 90 del citado informe:
La sinrazón de los CIE
Publicado por OPRAX el 12 de septiembre del 2014
Cualquiera con sensibilidad por los derechos humanos a quien se le explique lo que es un CIE sentirá repulsa ante tan funesta institución. Porque un CIE es una prisión en la que se encierra a personas que no han cometido ningún delito. Personas que simplemente huyeron del hambre, o de una guerra, o se lanzaron a buscar un lugar en el que poder trabajar y vivir con dignidad; pero que entraron en una Europa cargada de prejuicios, miedos y restricciones hacia la inmigración, y les aplicaron una cruel ley de extranjería por la que acabaron encerrados en el CIE. Pero esa misma persona que se siente conmovida al ver que se encarcela a quienes sólo huyen de la miseria o de un conflicto bélico, puede que también sea permeable a los argumentos de quienes sostienen la necesidad de los CIE: que sin ellos no es posible ejecutar la expulsión de los inmigrantes en situación irregular, y que sin expulsiones no es posible regular los flujos migratorios. A quienes pueden ver razonables estos argumentos se dirige este artículo. La cuestión que se plantea es sencilla: ¿son necesarias las expulsiones y los CIE para regular el flujo migratorio?…
El artículo completo se puede leer en:
http://www.oprax.org/index.php/noticies-3/item/325-la-sinrazo-de-los-cie-miguel-pajares
El auge de los partidos xenófobos
Publicado por OPRAX el 30 de mayo del 2014
Las elecciones europeas de 2014 han puesto de manifiesto el ascenso que venía produciéndose en Europa de ese conjunto de partidos que solemos agrupar bajo el calificativo de extrema derecha. En realidad, se trata de un conglomerado de partidos en los que cabe distinguir entre aquellos más extremos, que pueden definirse como neonazis, y otros más adaptados al sistema democrático, que aúnan populismo, nacionalismo y radicalidad derechista, pero no apuestan por sistemas autoritarios (o, al menos, no verbalizan ninguna intención de destruir el sistema democrático y a veces pretenden ser los más radicales defensores de la libertad). Los que han triunfado en las elecciones europeas han sido los segundos, y a ellos vamos a referirnos en este artículo, aunque no hay que olvidar que también los primeros, los neonazis, han mejorado posiciones (el NPD alemán ha obtenido un eurodiputado por primera vez en su larga historia, Aurora Dorada ha quedado como tercer partido en Grecia, y otro muy cercano a éstos, Jobbik, ha quedado como segundo partido en Hungría). Pero el que ha dado un salto espectacular ha sido el populismo nacionalista. Se ha impuesto como primera fuerza política en dos grandes países…
El artículo completo se puede leer en:
http://www.oprax.org/index.php/noticies-3/item/290-el-auge-de-los-partidos-xenofobos-miguel-pajares
Quince muertes anunciadas
Publicado en El Periódico el 18 de febrero del 2014
Quince subsaharianos muertos después de una intervención de la Guardia Civil no es un asunto trivial que pueda resolverse con unas exiguas y contradictorias explicaciones del ministro del Interior. Los indicios de que esas muertes pudieron ser consecuencia de la intervención policial van desde el testimonio de un superviviente, que afirma haber sufrido el impacto de las balas de goma en la cabeza y la espalda, hasta el hecho de que se esté tratando de ocultar el vídeo completo de la intervención, pasando por el reconocimiento por parte del ministro de que se dispararon balas de goma y botes de humo cuando antes había sido negado por otros responsables. No hay duda de que se ha querido esconder algo…
El artículo completo se puede leer en:
http://www.elperiodico.com/es/noticias/internacional/quince-muertes-anunciadas-3111790
El examen de integración
Piublicado en El Periódico el 3 de abril del 2013
La pasada semana supimos que el Ministerio de Justicia se propone establecer un examen de integración para los residentes extranjeros que quieran acceder a la nacionalidad española. No es algo muy novedoso: estaba en el programa del PP y exámenes de ese tipo rigen en varios países de nuestro entorno europeo; pero conviene que discernamos si se trata realmente de una medida de integración o más bien de todo lo contrario. Este tipo de medidas (exámenes de integración, contratos de integración¿) comenzaron a implementarse en otros países europeos hace poco más de una década, y casi siempre vinieron de la mano de la presencia de partidos políticos de extrema derecha en los gobiernos o en las mayorías gubernamentales. El primero en establecer el contrato de integración fue Austria, en el 2002, y se trató de una imposición del ultraderechista Haider para entrar a formar parte del…
El artículo completo se puede leer en:
http://www.elperiodico.com/es/noticias/opinion/examen-integracion-2354522