En la COP29 no se esperan anuncios de cambios radicales en las políticas de los Gobiernos por lo que se refiere a reducción de emisiones y, sin embargo, solo con tales cambios podríamos afirmar que estamos afrontando la emergencia climática.
La COP29 que está realizándose en Bakú, Azerbaiyán, aborda, un año más, los temas habituales relacionados con el cambio climático. El primero, cómo mitigarlo, es decir, cómo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que lo provocan, y el segundo, cómo adaptarse a sus efectos, a sabiendas de que, aun cuando las políticas de mitigación sean exitosas, el cambio climático producirá impactos cada vez más graves y hay que adaptarse a ellos. En medio de estos dos grandes temas está un tercero, la financiación, algo imprescindible especialmente para las políticas de adaptación de los países del sur global, los más empobrecidos y que más sufren los impactos climáticos. La financiación es el tema principal de esta cumbre y tiene varios frentes que luego explicaré, pero en este artículo comenzaré por lo primero que he señalado: la mitigación.
Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero es el objetivo último que da razón de ser a los tratados por el clima y a las cumbres climáticas; es lo que puede evitar la devastación hacia la que nos dirigimos si el calentamiento global sigue el curso actual. El informe del 2024 sobre el estado del clima que publicó el pasado mes de octubre la revista científica BioScience decía que “estamos al borde de un desastre climático irreversible. Se trata de una emergencia global sin lugar a dudas. Gran parte del tejido mismo de la vida en la Tierra está en peligro. Estamos entrando en una nueva fase crítica e impredecible de la crisis climática”.
Lo que ha sucedido en el 2023 y en lo que llevamos de 2024 deja poco espacio para la duda. El verano boreal del 2023 fue el más cálido de los últimos 100.000 años, según BioScience. La Organización Meteorológica Mundial ha dicho que en el 2023 la temperatura media mundial estuvo en torno a 1,45ºC por encima de los niveles preindustriales. Recordemos que el Acuerdo de París estableció que los gobiernos actuarían para no superar un calentamiento global de entre 1,5 y 2ºC en este siglo…
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